
Nunca he escuchado una voz tan fuerte y tan clara como la voz del silencio.
Cuando despiertas, cuando escuchas, la vida te regala espejos mucho más sutiles, más silenciosos, más directos. Sí, quizás es solo mi interpretación para algunos, pero para mí no es solo eso, es un lenguaje que no sabría decir si llega de dentro a fuera o de fuera a dentro,quizás es bidireccional, o quizás no existen direcciones, es un lenguaje donde todo está unido, donde solo basta sentir para entender.
La miro, y la vuelvo a mirar, y sé que me mira, y sé que somos lo mismo, y sé que Dios me habla a través de ella y que yo me hablo a través de ella. Y cuánto significado, y qué regalo… Puedo ver lo que tanto anhelaba, lo que deseaba, lo que estoy creando con cada paso, con cada decisión,con cada quedarme: ESTABILIDAD. Qué bonita, qué profundo su mensaje, y cómo me cala dentro muy dentro. Cómo me siento, aaah! (uno de esos aahs silenciosos) y celebro por dentro mis logros, mi camino,mi viaje. Sé donde voy, no que sepa todo de pe a pá, pero lo sabe mi alma y con eso me basta, porque ahora la escucho.
Alrededor de ella hay brisa, y a veces vendavales, pero ella sigue intacta, ve lo que ocurre a su alrededor, incluso ve lo que la atraviesa y que antaño la desestabilizó, pero ahora se mantiene firme, bonita, elegante, delicada, entera y completa. Y por si aún no te has dado cuenta, lo que veo fuera es lo que llevo por dentro, y esa ella soy yo. Y qué guay sentir mi poder de mujer. Para ser exacta, de mujer valiente, de mujer bella dentro y fuera, de mujer con arte, MI ARTE.
Y ya ves todo lo que da de sí encender una vela, observarla y dejar que hable mi Diosa interior. Hay más, mucho más, pero esto ya no se puede tatuar con palabras, esto lo siento, lo vivo, lo respiro, y lo bailan hasta mis pestañas.
Gracias, gracias y millones más de gracias.
Caterina